En el Mes de la Educación Especial, la E.E.E. Nº 17 “Estela Aguerreberry”, organizó una charla destinada a directivos, docentes, padres y comunidad en general, sobre trastornos del espectro autista. La concurrencia no fue la esperada.
La charla se desarrolló en el Centro Cultural San Martín, donde como disertantes interactuaron con los presentes la Licenciada en Psicopedagogía, Lorena Sauchuk y la Licenciada en fonoaudiología, María Eugenia Cetuz.
Los temas propuestos por las disertantes, se basaron en dar a conocer las características de las personas con autismo, la evaluación diagnóstica de la persona con patología, como se siente la persona con autismo, y como se puede trabajar con ella.
Otro de los puntos, estuvo dirigido a los docentes que juegan un rol importantísimo en el marco inclusivo en las escuelas comunes, sobre las banderas rojas, o señales de alertas para poder detectar síntomas tempranos de la patología. Asimismo, se resaltó que de cada 36 niños 1 tiene el diagnóstico de espectro autista.
La segunda parte del coloquio; tuvo una participación activa de la familia, donde padres brindaron testimonios sobre la convivencia diaria, que tienen con un hijo autista, donde se vio reflejado cada uno de los temas teóricos que se trataron en la primera parte del encuentro.
Piden la intervención de los organismos competentes
Por otro lado, hicieron notar que falta la intervención de la municipalidad como organismo del estado en la regulación de los ruidos de boliches, escapes libres, uso de pirotecnia no autorizada, asimismo de los sonidos que causa la policía, la ambulancia y bomberos, que invaden sensorialmente a las personas que tienen la condición autista, causando crisis sensorial y dolor profundo, por lo cual también hicieron un llamado a la sociedad a informarse y tomar conciencia sobre el tema.
Al final de la charla, la directora del establecimiento Silvia Torales, en diálogo con este medio resaltó, “el principal objetivo de la charla es crear conciencia, empatía y una sociedad inclusiva, que no genere un bombardeo sensorial que reciben las personas autistas causándole dolor y crisis”.
